La Habana, mi linda Habana

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martes, 28 de junio de 2011

Boda en La Casa de San Diego del Valle


Como les conté anteriormente, el mensaje de mi nueva amiga me motivó a seguir escribiendo y me dispongo a hacerlo entusiasmada.
Hace un tiempo recibí una foto de mi querida tía Viquita, como yo le decía. Me la mandó su hijo, mi primo Mario. En esta foto hay una bella y joven mujer en el día más feliz de su vida, el de su boda con el hombre que fue el gran amor de su vida.
La historia de mi tía tiene un poco de novela, y es lo que quería contarles. En la foto aparezco yo con 9 años, y con una cara de sueño y cansancio de película, parece que ya había corrido, jugado y gozado cantidad cuando tomaron la foto del cake o de la tarta como dicen en España.
Esta historia novelesca, la conocía por los relatos de la familia, porque de ella nunca escuché nada, no sé por qué, porque no era una mujer reservada, sino conversadora y alegre, pero nunca la oí hablar de su amor, su desengaño y su fidelidad a su primer y único novio.
Desde niña creo, ella estaba enamorada de él, pues era muy amiga de sus hermanas, y en un pueblo pequeño suele pasar eso, bueno, en las ciudades también. ¿Qué chica no se ha enamorado nunca del hermano guapo de una amiga?.
Cuando se hizo una jovencita empezó a noviar con él, y con toda ilusión a confeccionar su ajuar de boda como se hacía en aquella época. Mi madre y ella a la par.
 Por necesidad de su trabajo, él se fue a trabajar a la ciudad de Santa Clara, y ella quedó en el pueblo. La misma situación que la de mi madre, ella en su pueblo y mi padre en La Habana estudiando, se escribían a diario y se visitaban dos o tres veces al año.
Pasaron los años, mi madre se casó, y fue a vivir a La Habana, en casa de mis abuelos paternos y un día recibió la noticia de que  las relaciones de mi tía y su novio se habían roto, pues él tenía un nuevo compromiso en su lugar de trabajo. 
Mi tía, podrán imaginarse sufrió mucho, y mis padres la llevaron para La Habana a pasarse una buena temporada, viajó a Miami con mi padre, creo que yo era un bebé y por eso mi madre no fue en este viaje, y así se fue recuperando poco a poco.  Viquita tuvo muchos enamorados, amigos de mi padre, que eran médicos y abogados y que le tiraban los tejos continuamente, pero ella a ninguno le hizo caso.
Siempre recuerdo cuando íbamos a San Diego que cada noche antes de ir a dormir, ella rezaba un rosario, y yo en mi fantasía de niña pensaba y le comentaba a mi mamá que ella rezaba porque su amor volviera. No sé si era verdad o no, porque ella cuando yo lo comentaba se reía y no decía nada, pero para mí así era.
Un día llegó él de nuevo al pueblo, después de varios años fuera, y se puso a construir una casa pequeña y muy coqueta en los terrenos que eran propiedad de su familia, al fondo de la casa de las hermanas.  En una visita de ella a sus íntimas amigas él se le acercó y le dijo que la casa que estaba construyendo era para ella. Que se iban a casar y a vivir allí.
 Bueno, eso es lo único que les puedo contar, y creo que fue lo único que oí salir de la boca de mi tía respecto a su relación. Ella no le hizo caso, pues ya con una desilusión era suficiente, pero creo que en su interior, estaba llena de felicidad y esperanza.
Esta vez, él no la defraudó, en cuanto estuvo la casa, habló con mi abuela, y se preparó la boda. Hicieron una boda muy bonita, yo la veía como un cuento de hadas, ella lucía muy hermosa, y su cara era la viva estampa de la felicidad, al fin se había casado con el hombre que ella amaba, el único que deseaba para ella. Esta foto me ha hecho revivir todo esto que les cuento, porque sé que amores así no existen hoy en día, por lo menos yo no creo que existan.
Y le puedo asegurar a mi primo querido que él es fruto del amor más grande que ha sentido una mujer por un hombre, desde la historia de Romeo y Julieta, si señor.

3 comentarios:

  1. Muy bonita la historia Rina,es verdad que el amor de ahora no es como el de antes,tan sacrificado y con tan poco egoísmo pero quizás más por parte de la mujer,el hombre se fue y no le guardo más recuerdo hasta que pasados los años recapacitó.
    Un saludo

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  2. Gracias Rina, asi lo he sentido siempre , grcias por recordarlo

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  3. Por algun motivo salio anonimo pero no fue mi intencion. Disfrute mucho tus recuerdos

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